Bruxismo
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales.
Los tratamientos que se aplican para tratar el bruxismo están orientados a la reducción del dolor, la prevención del desgaste de las piezas dentales y los daños permanentes en la mandíbula y la disminución del rechinamiento de los dientes.
Los protectores dentales y las férulas suelen emplearse para evitar el bruxismo mientras el paciente duerme. Este método ayuda a prevenir los daños en los dientes y los problemas en la articulación temporomandibular.
No obstante, aunque son muy utilizados, estos dispositivos no resuelven el problema y, aunque eliminen el dolor, si se dejan de usar éste volverá a aparecer.
Otras medidas que se pueden tomar son:
Evitar los alimentos duros y los dulces.
Realizar ejercicios de relajación que ayuden a reducir el estrés del paciente.
Aplicar hielo o paños calientes en el área donde está localizado el dolor.
Masajear la zona afectada.
Dormir las horas recomendadas.
Beber mucha agua.
Realizar una ortodoncia para alinear los dientes.